Cuando se trata de cocinar u hornear, puede usar la stevia en prácticamente cualquier cosa que tenga azúcar o un endulzante calórico parecido, como la miel o el sirope de arce. Funciona bien con bebidas, batidos, postres, panes horneados e incluso varias salsas. Tanto si decide sustituir total o parcialmente el endulzante calórico en sus recetas, podrá conservar los sabores dulces que le gustan, pero sin todas las calorías.Dado que el extracto de la hoja de stevia es mucho más dulce que el azúcar, cuando se usa la stevia de mesa en recetas, no siempre se trata de una sustitución de uno a uno. Por ejemplo, si necesita una 1 taza de azúcar en una receta, en realidad solo necesitará ¼ taza o menos de stevia de mesa para conseguir el mismo nivel de dulzura. Aunque la tabla de conversión del fabricante siempre será un buen punto de partida, puede que en las primeras pruebas haya algún error para conseguir que su receta esté a su gusto, así que practique y experimente un poco hasta encontrar el nivel ideal de dulzura para usted y su familia.Asimismo es importante recordar que la stevia de mesa es diferente del azúcar en muchos aspectos. Aunque la stevia de mesa aporta dulzura, carece de algunas de las otras propiedades del azúcar, como ayudar para dorar alimentos o añadir una textura tierna a los productos horneados. Por lo tanto, puede que en algunas recetas sea necesaria una mezcla de azúcar y stevia, o quizás una mezcla de otros endulzantes calóricos y no calóricos, para conseguir, en definitiva, las cualidades exactas de sabor y textura que desea en una receta. Este enfoque integrador es una magnífica forma de ayudar a reducir las calorías totales, al mismo tiempo que se mantienen las ventajas funcionales que otros endulzantes aportan a la mesa.
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